Alerta de obesidad adolescente: “Corazón y sexualidad en riesgo”

La obesidad está aumentando entre los adolescentes italianos, especialmente entre los varones. La obesidad en la adolescencia no es solo un problema estético o temporal, sino que tiene consecuencias directas en el metabolismo, la fertilidad y la sexualidad, y es un importante predictor de riesgo cardiovascular antes de la edad adulta. Por ello, la prevención y la detección temprana son necesarias. La voz de alarma la dio el endocrinólogo Carlo Foresta, que desde hace veinte años promueve el “Proyecto Escuela” de prevención andrológica.
Según la Organización Mundial de la Salud, el número de niños y adolescentes obesos de entre 5 y 19 años en todo el mundo se ha multiplicado por diez en los últimos 40 años. En Europa, el 59% de los adultos y casi 1 de cada 3 niños tienen sobrepeso u obesidad, y en Italia la situación no es mejor: el 43% de los adultos tienen sobrepeso, con picos del 49% en Apulia. Y la situación no es mejor entre la población infantil: según los últimos datos del Istituto Superiore di Sanità, más del 22% de los adolescentes italianos tienen sobrepeso. Entre los varones de 17 años, la cifra asciende a casi el 24 por ciento, y el 3,9 por ciento están clasificados como obesos. La tendencia, que hasta hace unos años parecía estar en ligero descenso, está volviendo a crecer, sobre todo en el grupo de edad de 11 a 14 años. Además, a nivel mundial, un informe de la OMS estimó que en 2022 la obesidad infantil y adolescente en Italia alcanzó niveles aproximadamente 4 veces superiores a los de 1990 (datos de Epicentro Iss). Aún más preocupante es la distribución geográfica del fenómeno: la mayor prevalencia de obesidad entre los jóvenes se observa en las regiones del sur de Italia. Las encuestas nacionales indican un claro gradiente Norte-Sur: regiones del sur como Campania tienen tasas de adolescentes con sobrepeso/obesidad superiores al 25-30%, Puglia con el 27%, mientras que en algunas regiones del norte (por ejemplo Trentino Alto Adige) estos valores caen por debajo del 15%. En general, al menos 1 de cada 4 adolescentes en el Sur tiene sobrepeso, en comparación con tasas significativamente más bajas en las regiones del Norte.
El Proyecto Escolar de la Fundación Foresta Ets, iniciado el pasado mes de octubre en Padua, ha involucrado a casi 6.000 estudiantes de secundaria. Los datos recogidos confirman un panorama preocupante, según informa una nota: los varones jóvenes son obesos con mayor frecuencia que sus pares femeninas (18% frente a 12%), y esta brecha es cada vez más amplia que hace 8 años, cuando la diferencia era de solo 2 puntos porcentuales. Las consecuencias para la salud no son desdeñables e incluyen ciertamente las disfunciones sexuales (el 20% de las personas obesas declara tener al menos una disfunción sexual a los 18 años, frente a menos del 10% de sus compañeros de peso normal), pero también los factores de riesgo cardiovascular típicos de los adultos, como la hipertensión, la hiperglucemia y la hipercolesterolemia.
Eso no es todo. Según un estudio realizado por el equipo de Foresta en colaboración con Andrea Di Nisio, de la Universidad de Pegaso, sobre más de 100 niños italianos de entre 11 y 14 años, en el ámbito de un proyecto de prevención de la obesidad y la salud andrológica y publicado en la revista internacional 'Endocrine', casi la mitad de la muestra tenía sobrepeso u obesidad, continúa la nota. Un hallazgo clave fue la deficiencia generalizada de vitamina D: el 92% de los niños obesos y el 76% de los niños con peso normal tenían niveles insuficientes. Se ha demostrado que esta deficiencia es un indicador independiente de la acumulación de factores de riesgo cardiovascular, incluso en sujetos de peso normal. En condiciones de hipovitaminosis D, es decir con niveles inferiores a 30 ng/ml, la probabilidad de presentar al menos un factor de riesgo se incrementó en un 31% en la población total y en un 41% entre los niños con sobrepeso. En casos de deficiencia grave (menos de 20 ng/ml) el riesgo incluso se duplicaba.
«Este estudio —afirma Foresta— demuestra que la obesidad adolescente expone a los niños, ya desde una edad temprana, a factores de riesgo cardiometabólicos que, si no se corrigen, pueden derivar precozmente en enfermedades cardiovasculares graves en la edad adulta, sin mencionar el riesgo de hipogonadismo e infertilidad, ya confirmado por varios estudios que muestran cómo la función testicular de los jóvenes obesos ya está alterada y se mantiene así durante toda la fase de desarrollo sexual de la adolescencia».
El estudio se ilustrará en Lecce, en el Mercure Hotel President, el 9 y 10 de mayo en el ámbito de la XVIII Conferencia de Endocrinología y Medicina Sexual sobre el tema 'Obesidad, Osteoporosis, Infertilidad: un Complejo Sindrómico Difundido': 3 Patologías Frecuentemente Interconectadas, Especialmente en Hombres Infértiles y independientemente del Envejecimiento. Baste decir que casi el 50% de los jóvenes infértiles son obesos, hipogonadales y tienen una densidad ósea reducida, pródromo de la osteoporosis. El evento - señalan los promotores - representa desde hace 17 años un momento importante de comparación cultural y de estudio clínico experimental sobre cuestiones que, especialmente en este período, adquieren un carácter extremadamente relevante.
Adnkronos International (AKI)